Los motores eléctricos son de esos dispositivos que se encuentran en todas partes, ya sea en viviendas, comercios, industrias, entre otras instalaciones. La razón es simple: son los encargados de poner en marcha un porcentaje considerable de sistemas mecánicas a nivel global y, sin su presencia, hubiese sido imposible muchas tecnologías que, actualmente, satisfacen las necesidades de la sociedad en general.
Motores de corriente continua o directa
Conocidos como motores CC o DC, su invención fue anterior a los motores CA, aunque, actualmente, se utilizan menos. Su función es convertir la electricidad en energía mecánica mediante movimientos giratorios que se generan a causa del campo magnético. Poseen una velocidad variable, por tal motivo, es posible usarlos para aplicaciones de alta y baja potencia, no obstante, requieren constantes piezas de repuesto y son caros, por lo que se usan para sistemas que necesitan entradas variables de potencia.
Motores de corriente alterna
Conocidos como motores CA se alimentan mediante corriente alterna y operan mediante electricidad a la que transforman en fuerzas de rotación mediante la acción conjunta de campos magnéticos. Presentan un diseño más sencillo y operan a velocidades fijas, por lo que son excelentes opciones para aplicaciones de baja velocidad. Se usan en la mayoría de sistemas industriales, gracias a su alto rendimiento.
Ahora bien, dentro de la clasificación de motores eléctricos de corriente alterna, destacan dos subtipos notables: monofásico y trifásico. Como sugiere su nombre, los primeros presentan una fase, en cambio los segundos poseen tres fases.
Motores trifásicos y monofásicos
Una semejanza entre ambos son sus componentes: el estator, el componente fijo, y rotor, que provoca el giro del motor. Pese a ello, si tienen notables diferencias, por ejemplo, una de las principales es el uso que se les dará. Las necesidades de cada usuario varían considerablemente, por lo que no es suficiente conocer las diferencias entre ambos, aunque si es de mucha ayuda durante el proceso de compra. Considere el respaldo de expertos para que analicen su caso y determinen cuál es el más conveniente.
Ahora bien, comencemos con los motores eléctricos monofásicos. Son dispositivos ampliamente utilizados en entornos donde hay bajas demandas de energía mecánica, por ejemplo, en viviendas o negocios pequeños. Se usan, por ejemplo, para potenciar los televisores o encender sistemas de iluminación. Para la mayoría de aplicaciones comerciales e industriales, se recomiendan los motores trifásicos.
Pongamos un ejemplo que arrojará luz sobre el tema: los centros de datos. Los desarrollos en las tecnologías de comunicación y almacenamiento de datos han hecho que estos sitios críticos para las redes empresariales e industriales consuman demasiada energía. El mismo crecimiento de la industria volvió inútil la utilización de motores monofásicos para satisfacer sus requerimientos eléctricos. Eso hizo que se inclinarán hacia los motores trifásicos, que utilizan menos cable para funcionar y son más económicos en el suministro de energía.
Lo anterior explica por qué este tipo de motores eléctricos en Monterrey se usan ampliamente para transmitir, generar y distribuir energía eléctrica en casi todos los países. Por otra parte, los motores monofásicos conlleva mayores costes en su utilización en redes eléctricas de grandes dimensiones y resultan menos confiables.
Beneficios de los motores trifásicos y monofásicos
Motores trifásicos
Destacan por ser flexibles al dividir en tres fases la carga eléctrica, lo que hace que la carga disminuya en una fase, por ejemplo, si se usan tres sistemas de acondicionamiento en naves o bodegas y realizan configuraciones para que cada sistema utilice su propia fase. De esta manera, la carga disminuye notablemente sobre la fuente de alimentación, lo que conlleva grandes ahorros económicos.
Los motores trifásicos transfieren altas cantidades de energía a bajos costos en comparación con motores monofásicos, lo que explica su amplia utilización en industrias y comercios para optimizar sus sistemas. Igualmente son la mejor opción para la transmisión de energía en grandes áreas.
Motores monofásicos
Su ventaja más notable es su tamaño compacto. No tiene sentido usar un motor trifásico si no será necesario el suministro de energía a grandes espacios. En casos así, no es notable el ahorro que generan los ejemplares trifásicos. Igualmente, los motores monofásicos destacan por su estabilidad. En caso de que ocurra una falla en el transformador de un motor trifásico, el sistema será cortado por completo.
Pongamos el ejemplo del aire acondicionado para entender lo anterior. Si cada unidad posee un motor propio, será necesario que los tres transformadores fallen para que ocurra un corte en el sistema. A ello cabe agregar los bajos costos de reparación de motores monofásicos.
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