Entre los dispositivos requeridos en cualquier industria para el funcionamiento de sus maquinarias, destacan los motorreductores y reductores de velocidad. Si bien parecen una invención moderna, en realidad son inventos muy antiguos y su importancia es tal que hasta la fecha se observa su funcionamiento incluso en pequeños y medianos equipos de nuestra cotidianeidad, por ejemplo, en relojes de pulsera para combinar velocidades de rotación o en vehículos para cambiar sus velocidades.
En el caso de las industrias, se usan para proporcionar tracción a excavadoras de la industria minera, molinos de caña para la producción de azúcar, molinos de cemento, embarcaciones de carga, entre otras maquinarias pesadas. Su principio operativo es sencillo e indispensable, ya que proporcionan consistencia control en las potencias y velocidades transmitidas.
En el caso de los motores eléctricos en Monterrey, el sistema de engranajes del reductor y motorreductor hace que operen a velocidades distintas a las velocidades de fabricación, sin comprometer su potencia. De esta manera, dividen o multiplican su torque o par de salida.
Muchas personas creen que los términos motorreductor y reductor de velocidad se refieren a la misma cosa. En realidad, difieren en una característica: los primeros poseen un motor acoplado de forma directa, mientras que los segundos no. Pese a ellos poseen la misma finalidad. Si bien se diseñan para ser funcionales y durables, ocurrirán fallas si no se instalan y mantienen adecuadamente. A continuación, les diremos cómo instalarlos y qué medidas aplicar para que cumplan su vida útil estimada.
¿Cómo instalar adecuadamente el dispositivo a la salida de los motores?
Recomendamos sigan la siguiente serie de pasos para una puesta en marcha efectiva de reductores y motorreductores:
- Limpien bien el dispositivo para que no haya restos de los elementos protectores del embalaje. Después, revisen las superficies de acoplamiento.
- Dirijan la vista a la placa del dispositivo para revisar si las características descritas son las mismas que solicitaron.
- Revisen que la estructura del equipo sea lo suficientemente robusta y rígida para resistir la fuerza producida por el sistema donde se instalará.
- Detengan completamente la máquina en la que instalarán el motorreductor o reductor para evitar arranques involuntarios y accidentes.
- Revisen que el eje-taladro esté bien alineado y que sean planas las superficies de acoplamiento.
- Utilicen las protecciones adecuadas de seguridad requeridas para los elementos rotatorios que sean externos al dispositivo.
- Los ejes de acoplamiento entre el dispositivo y los motores eléctricos requieren una pasta protectora para que se unan adecuadamente y no ocurran oxidaciones en la zona de contacto.
- Si el dispositivo se instalará en exteriores y junto a un motor eléctrico, este último requiere protección para evitar el contacto con los agentes externos, especialmente la lluvia. Igualmente, se necesita una buena ventilación.
- Si el dispositivo se coloca en entornos altamente corrosivos, sus componentes se dañarán. Afortunadamente, encontrarán en el mercado un reductor o motorreductor diseñado específicamente para esos ambientes.
¿Cómo garantizar la vida útil y funcionamiento de reductores y motorreductores?
Es importante adquirir ejemplares de marca y alta calidad, como los que ofrecemos en MCB para que cumplan su funcionamiento y vida útil; sin embargo, los daños y fallos son una posibilidad. Algunos ejemplos, son el sobrecalentamiento y los ruidos. Tanto sus engranajes y rodamientos como sus casquillos son lubricados desde fábrica, ya sea mediante impregnación o inmersión, pero se agotan con el tiempo, por lo que requiere lubricaciones periódicas. Se recomienda utilizar el lubricante indicado por los fabricantes.
Antes de ponerse en marcha, es importante revisar los niveles de lubricante. Usualmente, poseen tapones de llenado y drenaje de aceite en sus carcasas. Es importante que estén sellados correctamente antes de usarlos al igual que retirar residuos en el orificio de ventilación del lubricante.
Según la carga de trabajo, su puesta en marcha tiene que ser gradual. Los fabricantes sugieren que se aumente gradualmente la carga durante las primeras 50 horas de trabajo hasta alcanzar el 100%. Una vez pasadas las 200 horas de funcionamiento, igual recomiendan que se reemplace por completo el aceite y se haga una limpieza profunda del dispositivo.
Una vez cumplido el lapso anterior, cambie el lubricante según los periodos indicados por los fabricantes en los manuales, que, en la mayoría de casos, es cada 2,200 horas de funcionamiento. Insistimos en que sean estrictos con la lubricación, ya que evitará la oxidación de los acoplamientos y componentes internos.
Es importante definir un programa de mantenimiento preventivo dividida en tres etapas:
Mantenimiento semanal
Cada semana o 150 horas de funcionamiento revisen la estructura del reductor y motorreductor para detectar fugas de aceite. Igualmente, chequen el nivel del lubricante y repongan en caso de requerirse.
Mantenimiento trimestral
Ya sea cada tres meses o 2,200 horas usen un estetoscopio para detectar ruidos anómalos tanto en engranajes como rodamientos. Revisen que el dispositivo y el motor estén bien alineados.
Mantenimiento anual
Cada año o 7,000 horas de funcionamiento hagan una revisión general del dispositivo. Chequen sus ejes, piñones, engranajes, sellos y conductos. En este caso, quizá requieran ayuda profesional.
Lo importante es adquirir motorreductores y reductores de calidad. En MCB encontrarán los mejores ejemplares a precios competitivos. Pidan más información al (81) 8331 9160 para nuestra oficina en Monterrey o llenen nuestro formulario.
