Los motorreductores o reductores de velocidad son piezas cruciales en los sistemas mecánicos. Su diseño combina la capacidad del motor eléctrico con los sistemas de engranajes y se integran para poner en marcha una amplia variedad de aplicaciones: desde los procesos de producción de la industria automotriz, la movilización de envases en la industria de bebidas, la entrega de equipajes en aeropuertos, entre otras.
Si bien son usados cada vez más en muchos sectores, aún hay empresas que no saben usarlos adecuadamente. A continuación, mencionaremos cuatro claves para garantizar un uso adecuado de esta tecnología.
Considerar el torque necesario en el eje de salida
La función principal de los reductores de velocidad es fungir como un elemento transmisor de potencia. Hay dos factores cruciales en el eje de salida dependiente de la cantidad de torque producida: la velocidad y la cantidad de trabajo que efectúan. Usualmente, son usados para tomar la potencia de los motores eléctricos, incrementar su torque y disminuir su velocidad. Al elegir las dimensiones del motorreductor para su aplicación específica, consideren principalmente tanto la velocidad como el torque en su eje de salida.
Considerar el tipo más adecuado para su aplicación
Los reductores de velocidad para motores son clasificados según su disposición interna. Hay tres tipos en el mercado que son usados en la mayoría de aplicaciones industriales:
Reductores de velocidad planetarios
Este tipo se utiliza ampliamente en transmisiones automáticas, debido a que son confiables y versátiles. Encajan muy bien en varias aplicaciones industriales, por ejemplo, en los sistemas automatizados y robóticos. La estructura de los motorreductores planetarios integra un solo engrane central, una corona o anillo exterior y un portaplaneta que sujeta hasta tres engranes. El eje central funciona como un centro rotatorio que posibilita cambios automáticos en la dirección.
Ofrece varios beneficios, por ejemplo, su capacidad de transmitir con uniformidad, su estabilidad en los giros y mínimas vibraciones, lo que garantiza una gran resistencia y larga vida útil. Su funcionamiento brinda rodaduras bastante suaves y produce muy pocos ruidos, por lo que son muy cómodos de usar.
Reductores de velocidad sinfín-corona
El diseño de este tipo es uno de los más sencillos. Su principal ventaja es que disminuye la velocidad en pocas fases. Está conformado por una corona dentada que, usualmente, se fabrica con bronce. En el centro de esta se embute un eje lento de acero y está en contacto permanente con un husillo de acero cuya forma es la de un tornillo sinfín. A ello se debe el nombre de estos motorreductores.
Al dar un giro el tornillo sinfín, el diente de la corona avanza y disminuye la velocidad, que se calcula con base en la cantidad de dientes por la cantidad de entradas del tornillo sinfín.
Reductores de velocidad de ejes paralelos
Este tipo está conformado por parejas de engranajes de diferentes componentes: cilíndricos de dientes rectos, de dientes helicoidales (que producen menos ruidos, son más rápidos y ofrecen mayor potencia) y doble helicoidales. Los reductores de velocidad de ejes paralelos son más compactos que las demás variantes. Pese a su tamaño, resiste fuerzas radiales considerables y su rango de potencia alcanza los 200 kW. Son muy silenciosos y presentan mínimas vibraciones, por lo que su vida útil es muy amplia.
Adquirir un motorreductor de tamaño adecuado
Uno de los errores que suelen cometer los principiantes es elegir motorreductores de tamaño inadecuado. Si bien la elección de la velocidad y torque para su aplicación es crucial, hay otros aspectos a considerar. Uno de ellos es el ciclo de trabajo o factor de servicio. Omitir este punto hará que elijan una unidad incorrecta y que su vida útil no sea la esperada.
Pongamos un ejemplo para aclarar lo anterior. Un reductor de velocidad que pone en marcha un ventilador durante dos horas al día tendrá menor carga de trabajo que equipos de trituración de rocas funcionan durante todo el día. Inclusive, si los requisitos de torque y velocidad para desplazar las cargas son iguales, serán distintos los ciclos de trabajo aplicados.
Considerar las causas de fallos
Es importante prepararse de antemano y comprender los factores que derivan en malos funcionamientos. Los más comunes son:
- Cargas excesivas. Destruyen los sistemas de respaldo de rodamientos.
- Problemas por fatiga del eje.
- Demasiadas aceleraciones y desaceleraciones y cargas excesivas de inercia. Fracturan los dientes de los engranajes, lo que requiere reemplazo.
- Fuerzas de empuje excesivas en los ejes. Rebasan los límites de la resistencia del dispositivo y la resistencia estructural de las carcasas y resultaron comprometidos los ajustes de la prensa de sus elementos.
- Mala ubicación. Si el dispositivo se coloca en un ambiente inadecuado, ocurrirán problemas en la disipación de calor y con el lubricante.
Se recomienda establecer un programa de mantenimiento preventivo para proteger el reductor de velocidad y garantizar una larga vida útil. Si desean un ejemplar de marcas reconocidas y excelente variedad u otros equipos como el inversor de frecuencia, contacten a los expertos de MCB al (55) 5264 0455 o llenen con sus datos el formulario disponible en nuestro sitio web.
